Leibniz fue uno de los grandes pensadores de los siglos XVII y XVIII.
Leibniz es conocido como "El último genio universal"
Realizó profundas e importantes contribuciones en las áreas de metafísica, epistemología, lógica, filosofía de la religión, así como a la matemática, física, geología, jurisprudencia e historia.
La contribución de Leibniz a las matemáticas fueron los principios fundamentales del cálculo diferencial e infinitesimal.
En 1671, desarrolló una máquina multiplicadora, conocida como la calculadora universal, mejorando la de Blaise Pascal, ya que realizaba las operaciones de sumar, restar, multiplicar, dividir y extraer raíces cuadradas, caracterizándose por hacer la multiplicación de forma directa.
Los últimos años de su vida, estuvieron ocupados por la disputa con Newton sobre quien había descubierto primero el Cálculo infinitesimal. Este debate fue muy duro y se prolongó varios años. Dividió a los matemáticos de la época, los británicos apoyaban a Newton y el resto del continente a Leibniz.
Denis Diderot, el filósofo deísta francés del siglo XVIII, cuyas opiniones no podrían estar en mayor oposición a las de Leibniz, no podía evitar sentirse sobrecogido ante sus logros, y escribió en la Enciclopedia: "Quizás nunca haya un hombre leído tanto, estudiado tanto, meditado más y escrito más que Leibniz... Lo que ha elaborado sobre el mundo, sobre Dios, la naturaleza y el alma es de la más sublime elocuencia. Si sus ideas hubiesen sido expresadas con el olfato de Platón, el filósofo de Leipzig no cedería en nada al filósofo de Atenas."
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